
Gretchen se nos presenta como una chica de catorce años, tímida, callada, complaciente, algo "atolondrada" por así decirlo (tiene catorce) y con un ligero problema de obesidad. Bueno, el problema de obesidad lo tiene la familia Sackmeier (Sack en alemán significa saco) al completo: la madre Elisabeth, el padre Egon, la propia Gretchen y sus hermanos Hänschen y Mädi. De hecho para los vecinos verlos meterse en el coche cuando se van de compras (todo un evento familiar) es casi un show. Digamos que son el hazmerreir del edificio. Por si fuera poco, algunos individuos también se burlan de Gretchen en clase, incluido Florian (el guaperas). A Gretchen a veces le apena un poco, otras veces no le da tanta importancia puesto que obesa o no, no le es difícil entablar conversación y pasárselo bien en las fiestas incluso con la gente más "peligrosa" como Hinzel.Gretchen es también lectora asidua de las novelillas románticas de quiosco (ejem) y comienza a montarse un día su propia historia de que a lo mejor está enamorada de Florian y no lo sabe. Triángulo amoroso a la vista. Ciertamente es una historia muy típica y que ya hemos visto tropecientas veces en las lecturas obligatorias del instituto. Pero estamos hablando de Christine Nöstlinger, ganadora del Andersen; esta mujer supo coger un argumento tan manido y escribirlo con facilidad, frescura y maestría, todo aderezado de unos personajes entrañables y dinámicos y una fuerte crítica social.
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